¿No os ha pasado nunca que en una fecha especial creeís que el Sol brilla por vosotros?
Hoy me esta pasando a mi. Hace solecillo, un poco de fresquito, pero con una sudadera y unos calcetines se arregla, y un aire puro.
Aunque mañana tenga examen y hoy tenga que estudiar y seguir con el Quijote... por una parte no estoy deprimida. Creo que hoy me siento bien conmigo misma. Miro por la ventana y veo las hojas de los árboles brillantes, y las montañas alegres. De la casa misteriosa, que un día ya hablaré, sale humo por la chimenea. Esto ya huele a invierno, y sencillamente me encanta.
Por otra parte... hoy estoy muy muy nostálgica. Hoy justamente hoy, ya hace tres meses de ese día que marcó mi vida para siempre, 17 de Julio de 2010. Ese día esta tatuado en mi corazón, en mi mente y en mi piel. Jamás lo olvidaré. Y me dan ganas de llorar solo de pensar que no volverá a repetirse, que ya no podré volver a vivir cada segundo de ese día. Un día que lo repetiría cada día. Duele solo poder vivirlo en mi recuerdo, por eso cada día pienso en él y aunque sean cinco minutos me trasladó al 17 de Julio de 2010.
Tengo una sensación tan extraña... a la vez es bonita, pero a la vez me da miedo. Me siento muy pequeñita y frágil.
Alguien dirá... busca una solución.
Lo peor es que la sé y lo malo: no se ni como llegar a ella y tampoco sé el resultado.
¿No me entendeís? Yo tampoco.
No sé ni que hago hablandos.. no hay nadie ahí.
Pero me he deshagodo un ratito :)
Y mañana.. volvemos a la rutina. No sólo la rutina de clases... a la rutina de todo.
Odio la rutina.
Escuchando: Vega. Me encanta esta chica... es genial escucharla en días como estos.
Esta tarde me estaré perdiendo un acústico de Zahara... más gafe y no nazco.
Solo espero que el plan de Noviembre no me falle. Lo necesito.
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